Una mayoría absoluta de chechenos depositó ayer su voto para elegir al presidente de esta república caucásica dentro de la Federación Rusa. Pese a las numerosas amenazas de torpedear las elecciones, formuladas por los combatientes fieles al presidente en exilio, Aslán Masjadov, no reconocido por el Kremlin, más del 80% del censo electoral (562.000 electores) acudió a los colegios electorales y a los centros para refugiados instalados en las vecinas repúblicas de Ingushetia y Daguestán para emitir su voto.

Pese a que concurrían siete candidatos, el único aspirante con posibilidades de ganar es Ajmad Kadirov, jefe de la Administración provisional de Chechenia, establecida por Moscú. Kadirov, que cuenta con un fuerte respaldo del Kremlin, tenía el apoyo de un 55% de los electores en la víspera de la consulta. Para ganar en la primera ronda, Kadirov debe conseguir el 50% más uno de los votos emitidos. De lo contrario, los dos candidatos más votados tendrán que volver a enfrentarse. Kadirov declaró ayer que "no habrá segunda vuelta".

Según el primer ministro del gobierno checheno, Anatoly Popov, la jornada transcurrió en un "ambiente festivo". "La gente está contenta de que se celebren elecciones. También quiero destacar la alta participación de jóvenes electores", dijo Popov.

Mas de 10.000 policías locales, 4.000 soldados y 1.000 agentes de los servicios especiales rusos protegieron a los votantes y a los miembros de las mesas.