Siete soldados británicos, acusados de participar en el asesinato de un civil iraquí, afrontarán un consejo de guerra, según anunció ayer el fiscal general del Reino Unido, Peter Goldsmith. El incidente en el que murió Nadhem Abdulá ocurrió en mayo del 2003 tras una persecución del vehículo en el que iba, cerca de un control militar en Basora, al sur de Irak. Los procesados pertenecen al Tercer Batallón del Regimiento de Paracaidistas, y la acusación de asesinato constituye un nuevo golpe para la reputación del Ejército del Reino Unido. B. A.