Los representantes del Comité Internacional de Cruz Roja (CICR) visitaron ayer por primera vez al derrocado presidente iraquí Sadam Husein, prisionero de las fuerzas de EEUU en Irak desde que fue capturado el pasado 13 de diciembre, según confirmó ayer la portavoz de la organización en Ammán, Nada Dumani. La visita se llevó a cabo "en un lugar de Irak" que no ha sido revelado.

"El objetivo de la visita era comprobar las condiciones del lugar de detención y el tratamiento que recibe el detenido", afirmó Dumani. "Queríamos ver si estaba recibiendo comida y bebida suficientes, además de examinar su estado de salud", añadió. Uno de los dos delegados era médico. Sadam les entregó un mensaje escrito para su familia.

La portavoz indicó que los dos representantes permanecieron "suficiente tiempo con el detenido para poder examinar su estado físico y moral". Como hace en todas sus visitas a prisioneros, el CICR no reveló las condiciones en las que está el dictador derrocado. "Transmitiremos nuestros comentarios directamente a la coalición", señaló Dumani.

El 9 de enero, Washington anunció que Sadam era un prisionero de guerra. Esto obliga a EEUU a permitir las visitas del CICR, de acuerdo con la Convención de Ginebra.

ESPERA Pero Sadam pertenece ya al pasado y los iraquís afrontan ahora una difícil transición. El administrador civil norteamericano, Paul Bremer, dijo ayer que será imposible celebrar elecciones antes de un año o 15 meses. "Irak no tiene una ley electoral, ni una comisión nacional para elaborar una ley de partidos, ni una lista de votantes, y no se ha realizado un censo creíble y fiable en los últimos 20 años", señaló Bremer en una entrevista al canal de televisión Al Arabiya. "Todos estos problemas técnicos necesitan tiempo para resolverse. Nosotros calculamos que entre un año y 15 meses", añadió. Sus palabras pueden resultar controvertidas entre la comunidad shií, que ha exigido la celebración de elecciones.