Bush fue informado del ataque a las Torres Gemelas en un colegio de Florida. "Miré las caras de los niños y pensé en el contraste entre la brutalidad de los ataques y la inocencia de esos niños". Al salir de la clase, miró las imágenes por televisión en otra sala. Y desapareció. Estaba en el Air Force One, donde se enteró de la colisión del tercer avión en el Pentágono. "Mi sangre hervía". Y se puso a rezar. Dio órdenes de volver a Washington, pero el servicio secreto le aconsejó que no lo hiciera.

Aterrizó en una base de Luisiana, primero, y de Nebraska, después. Allí supo que un cuarto avión volaba a Washington. "Di la orden de abatirlo. Mi primera decisión como comandante en jefe en guerra". Entonces se supo que había caído en Pensilvania. "¿Lo hemos abatido o ha sufrido un accidente? Nadie lo sabía y sentí náuseas. ¿Había ordenado la muerte de compatriotas inocentes?".