"Nunca olvidaremos la sangre de nuestro líder Baitulá Mehsud". Con estas palabras el terrorista jordano Humam Jalil Abú Mulai al Balawi confirmaba que actuó en señal de "venganza" en el ataque hace diez días se saldó con la muerte de siete agentes de la CIA en Afganistán. Fue en un mensaje emitido ayer por la televisión Al Jazira en el que el suicida pide nuevos atentados contra objetivos de Estados Unidos

En el vídeo, grabado antes de inmolarse en la base de operaciones Chapman de la CIA, el terrorista se dirige en actitud amenazante a los enemigos de la umma (comunidad musulmana), a la inteligencia jordana y a la CIA, y llama "a los que lo dejaron todo en nombre de Alá" para vengar la muerte de Mehsud --el líder talibán paquistaní fallecido el verano pasado-- dentro y fuera de EEUU.

Dos días después de que Al Qaeda reivindicara el ataque, el suicida aparece en el vídeo junto a Hakimulá Mehsud, quien al parecer tomó las riendas de los combatientes talibanes en Pakistán tras la muerte de Baitulá Mehsud y a quien se ha responsabilizado de la intensa ofensiva terrorista de los últimos meses.

NUEVOS DATOS Mientras, se van conociendo más datos de este agente doble que llegó a la base para hablar de cómo acabar con el número dos de Al Qaeda, pero que cuando iba a ser cacheado detonó los explosivos que llevaba adheridos al cuerpo, asestando el mayor golpe a los servicios de espionaje de EEUU en el último cuarto de siglo.

"¿Quién querría ser el tipo que dejó pasar la pista para cazar a Osama bin Laden?", se preguntaba un antiguo oficial consultado por The Washington Post , poniendo en evidencia que no siempre se pasan todos los filtros. Unas palabras que como otras críticas oídas esta semana no han debido sentar nada bien en la CIA. También se ha sabido que Al Balawi pasaba horas llamando a la yihad desde su casa en Amán y que cada vez mostraba una actitud más impaciente.