El fiscal general del estado de Kentucky (EEUU) acusó ayer formalmente al exsoldado Steven Green de la violación y el asesinato de una menor iraquí, así como de la muerte a sangre fría de sus padres y su hermana pequeña, de tan solo 7 años. Los hechos, en los que están implicados otros cuatro militares, ocurrieron en marzo pasado en la localidad de Mahmudiya, ubicada al sur de Bagdad.

La investigación del crimen, llevada a cabo por el Ejército de EEUU, ha recogido pruebas para llevar ante el juez a Green, de 21 años. En el momento del crimen, el militar estaba en un control cerca del domicilio de la familia asesinada. Además de ser violada, la adolescente, Abeer Qasim Hamza, de 15 años, recibió varios disparos en la cabeza y su cadáver fue quemado. Los demás familiares, todos sunís, también fallecieron por heridas de bala en la cabeza. Todo apunta a que Green había bebido.