Las autoridades de EEUU han suspendido los envíos de alimentos a Corea del Norte alegando falta de garantías de que la ayuda llegue a sus destinatarios. El país dejó de recibir comida procedente de EEUU el pasado 31 de diciembre.

Nada más conocerse ayer la noticia, el secretario general de la ONU, Kofi Annan, despachó hacia Corea del Norte a un emisario para que realice una evaluación de las necesidades alimenticias del último estado estalinista del mundo. Antes de viajar a Pyongyang, en un encuentro con periodistas en Pekín, Maurice Strong advirtió de que "a menos de que se reanuden los envíos de alimentos rápidamente, podría producirse una crisis en marzo o abril".

Oficialmente, Washington insiste en que la suspensión de los envíos de comida, destinada a aliviar el sufrimiento de la población civil, no tiene vinculación alguna con la crisis desatada a raíz del programa nuclear norcoreano.

LA PRINCIPAL RAZON

Según Andrew Natsios, de la Agencia Norteamericana para el Desarrollo Internacional, la principal razón de la medida es la falta de garantías de que la ayuda llegue a sus destinatarios. EEUU envía 155.000 toneladas de comida al año.

Entretanto, el presidente ruso, Vladimir Putin, anunció ayer que enviaría en los próximos días al viceministro de Exteriores, Aleksandr Losyukov, para desactivar la crisis.