"Julian Assange no es un periodista, es un anarquista". Así de contundente se ha mostrado el portavoz del Departamento de Estado de EEUU, Philip Crowley, cuando en rueda de prensa le han preguntado si tras la filtración en Wikileaks de los informes secretos de la diplomacia estadounidense Washington se planteará seguir informando a la prensa.

Crowley ha señalado que el fundador de Wikileaks no merece tener los derechos de información que tienen los periodistas. "No merece la protección de un periodista", ha insistido. El portavoz del departamento que dirige Hillary Clinton ha señalado que Assange ha actuado "sin consideración por el riesgo que la filtración ha podido causar a gente de carne y hueso".

Assange, que está buscado por la Interpol por un supuesto delito de abuso sexual, escapó de la justicia británica por un error en la orden de arresto dictada el pasado 18 de noviembre por la fiscalía de Suecia, según publica hoy el diario The Times. Según el rotativo, la policía británica sabía dónde se ocultaba Assane --al parecer en el sureste del país-- pero no pudo detenerle debido a errores judiciales.

LOS MOTIVOS DEL DELATOR

Por otra parte, el colombo-estadounidense Adrián Lamo, el delator del "garganta profunda" de WikiLeaks, el soldado Bradley Manning --ahora en una prisión militar estadounidense--, ha confesado que delató a Manning por la gravedad de los hechos y porque si no lo hubiera hecho se acostaría pensando que alguien estaría siendo asesinado por su culpa. Lamo ha hecho esta revelación en una entrevista que ha publicado hoy la edición digital del diario El Tiempo de Bogotá.

Este joven de 29 años, quien vive en Boston y pasó algunos años de su vida en Colombia, país de donde es su padre, se dio a conocer como hacker cuando en febrero del 2002 se infiltró en la base de datos del diario estadounidense The New York Times, Yahoo, Google y Microsoft. Y el pasado mayo reveló a las autoridades que el soldado Manning había filtrado miles de documentos a Wikileaks.