Los ministros de Asuntos Exteriores europeos se conformaron ayer con las promesas de la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, de que EEUU trata a los detenidos "conforme al derecho internacional" y "no practica la tortura", a pesar de la proliferación de casos que indican lo contrario. Los ministros, además, se abstuvieron de preguntar sobre las denunciadas cárceles secretas de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) en Europa y sobre los cuestionados métodos de interrogatorio de los detenidos, según reconocieron fuentes diplomáticas europeas y norteamericanas.

Rice aprovechó una cena restringida de ministros de Exteriores de la UE y de la OTAN celebrada la noche del miércoles para abordar la explosiva cuestión de los vuelos secretos de la CIA --que ha envenenado su gira europea-- y posibilitar así la celebración ayer del Consejo Atlántico en un clima más distendido. Los ministros europeos insistieron durante la cena en la necesidad de que EEUU no interprete el derecho internacional de forma diferente que Europa.

TRES PRINCIPIOS Rice afirmó que la actuación de EEUU se ha regido por tres principios: respeto del derecho internacional, respeto a la soberanía de los estados afectados y no autorización de la tortura, explicó el ministro belga de Asuntos Exteriores, Karel de Gucht. No obstante, Rice no entró en los detalles de las operaciones de la CIA, ni aportó ningún dato nuevo sobre los vuelos, precisó De Gucht.

Rice, en la conferencia de prensa tras la reunión de la OTAN, justificó la necesidad de "utilizar todas las herramientas" disponibles dentro de la legalidad para luchar contra el terrorismo, en especial la obtención de datos de espionaje. Rice también justificó el traslado de detenidos que no pueden ser procesados en EEUU a otros países donde puedan permanecer encarcelados. "EEUU no ha usado los aeropuertos, ni el espacio aéreo de otros países, para transferir a detenidos donde pensamos que puedan ser torturados", aseguró Rice, confirmando esos traslados de presos.

Los ministros europeos, que querían evitar a toda costa una nueva confrontación con EEUU, optaron por conformarse con las promesas de Rice. "Hemos estado de acuerdo en considerar por lo general esas explicaciones satisfactorias", indicó el secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Bernardino de León.

RESERVAS FRANCESAS Ningún ministro cuestionó la credibilidad de las promesas de Rice, a pesar de las pruebas falsificadas para justificar la invasión de Irak; los malos tratos en Guantánamo y Abu Graib; el secuestro por la CIA del alemán Jaled al Masri; la campaña del vicepresidente norteamericano, Dick Cheney, a favor de permitir a la CIA torturar a los detenidos en el exterior; y el bloqueo por la Casa Blanca de la ley que pretende impedir al Pentágono los malos tratos a los detenidos.

No obstante, algunos se mostraron poco convencidos, como el ministro francés, Philippe Douste-Blazy, quien se limitó a decir que había "tomado nota" de las promesas y que Francia sólo fue informada del plan de vuelo de los aviones de la CIA, "sin disponer de información sobre la naturaleza del vuelo ni de los ocupantes del aparato".