"No tengo inconveniente en confesar que habría preferido la otra muerte". Fueron las palabras que pronunció en mayo de 1993 el entonces presidente de Venezuela, Carlos Andrés Pérez, tras conocer la decisión del Tribunal Supremo de Justicia que autorizaba su enjuiciamiento por presunta malversación de fondos y que derivó en su salida del poder. Con talante democrático, aceptó la sentencia que lo convertiría en el primer gobernante de la democracia venezolana en no concluir el periodo para el que fue electo. Ya había entrado en la historia en 1989, al lograr ser el primer mandatario reelegido democráticamente.

Aquella otra muerte, la física, le llegó el viernes a los 88 años en Miami, donde vivía en un exilio forzoso para evitar un juicio en su contra por haber declarado a la prensa en el 2004 que "Chávez el presidente venezolano solo saldrá por la fuerza".

Caracterizado por su visión transformadora y su audacia, Pérez apostó en sus dos gobiernos por modernizar Venezuela.

"VENEZUELA SAUDITA" En su primer mandato (1974-1979), conocido como la "Venezuela Saudita" debido a la bonanza petrolera, se realizó la nacionalización de la industria petrolera y del hierro; se creó el programa de Becas Fundayacucho, que permitió a miles de venezolanos estudiar en las mejores universidades del mundo y se crearon nueve parques nacionales para proteger grandes reservas naturales.

Además se fundó el Museo de Arte Contemporáneo de Caracas y se instauró el Sistema Nacional de Orquestas Infantiles y Juveniles, cuyo modelo está sirviendo de inspiración a la creación de programas similares en distintas partes del mundo y ha formado figuras como la del aclamado director Gustavo Dudamel.

Este primer periodo, sin embargo, no estuvo exento de sombras, como la aparición de diversos casos de corrupción.

SEGUNDO MANDATO En su segunda presidencia (1989-1993), Pérez reclutó como ministros a brillantes y jóvenes expertos escogidos por sus credenciales profesionales y no por su filiación a su partido, Acción Democrática, el más importante del país.

También impulsó la descentralización política por medio de la elección directa de alcaldes y gobernadores. Intentó modernizar la economía mediante una reducción del Estado al que quería deslastrar de instituciones costosas e ineficientes como hipódromos, hoteles, aerolíneas y cementeras, entre otras.

Era una amarga medicina para reflotar a un Estado en bancarrota, pero que generó descontento social. En febrero y noviembre de 1992, Pérez se enfrentó con firmeza a dos sangrientos intentos de golpe de Estado encabezados por militares liderados por el ahora presidente Hugo Chávez.

Pero su suerte ya estaba echada. En 1993, le quitaron el poder para ser enjuiciado por haber utilizado fondos reservados de seguridad y defensa en el envío de una misión policial a Nicaragua para proteger a la entonces presidenta Violeta Chamorro.