Fidel Castro abandonó su lecho de enfermo y se dejó ver, tras un largo retiro, para vaticinar, otra vez, la hecatombe total de una inminente guerra nuclear causada por EEUU y sus aliados contra Irán y Corea del Norte, en ese orden. Durante una hora en televisión, visiblemente recuperado y de buen color, Fidel Castro, siempre sentado, aseguró anoche que la guerra por venir "No puede dejar de ser nuclear".

Antes Castro había predicho que el primero de julio, o a más tardar el 3, se desataría el conflicto, aprovechando que el planeta estaba entretenido con el Mundial de Fútbol, pero confesó que su error de entonces se debió a que "algún compañero" dormido omitió un par de párrafos claves en un informe tomado para el análisis.

El exestadista dijo tener experiencia en este tipo de situación porque Cuba vivió el peligro del exterminio atómico durante la crisis de los misiles en octubre de 1962 y al final de la guerra en Angola, que dio comienzo en 1975, en los días en que las tropas cubanas avanzaban hacia Namibia y Estados Unidos ensayó lanzar un ataque nuclear para defender a la Suráfrica del apartheid, su aliada de entonces.

Por aquel entonces, reveló Fidel, el presidente estadounidense Ronald Reagan, instaló armas atómicas israelitas en Sudáfrica que ni Nelson Mandela, luego primer presidente negro de esa nación, sabe a dónde fueron a parar. Castro reapareció en el programa de la Mesa Redonda, aunque no desde los estudios regulares de este espacio, sino en lo que lo parece ser un despacho en un sitio no revelado.

UN AÑO SIN SER VISTO

Desde hacía un año los cubanos no veían al "líder histórico de la Revolución", el hombre que durante casi medio siglo -de enero de 1959, al entrar triunfante en La Habana; a julio del 2006, cuando fue su último discurso antes de caer enfermo-, casi cada día ocupaba la primera plana de los principales medios de prensa del país y el inicio de los noticieros de televisión que abrían con un verbo y su nombre: Asiste Fidel, Viaja Fidel, Recibe Fidel.

Se omitió indicar si la transmisión fue en vivo o, como todo hace parecer, un video filmado no se sabe cuándo, entre el pasado miércoles 7, porque de ese día parecen imágenes de Fidel visitando el Centro Nacional de Investigaciones Científicas, hasta ayer que se pasó el programa.

La Mesa Redonda, ocupada por horas y horas por Fidel, su creador, y donde los panelistas jamás discrepan de nada y siempre están de acuerdo en todo, fue la joya y es el último reducto de la Batalla de Ideas, un costoso súper ministerio que el presidente Raúl Castro ha ido desmontando paulatinamente.Al concluir la Mesa Redonda, el Noticiero Nacional de Televisión pasó un reportaje del Hotel Nacional, en la capital, donde se instaló una gran pantalla en que se pasó la entrevista a los empleados de esa instalación turística. Se vieron a trabajadores llorando, dando "Vivas" a Fidel.