Aunque la Casa Blanca respiró con cierto alivio porque Karl Rove no fue procesado por el caso Plame , el director adjunto del gabinete y cerebro político del presidente de EEUU, George Bush, sigue en la cuerda floja. Rove continúa en el centro de una investigación que sigue abierta, como recalcó el viernes el fiscal especial, Patrick Fitzgerald, sobre el peor escándalo político sufrido desde que Bush llegó al poder, en el 2001, y que tiene como trasfondo la legitimidad de la guerra de Irak.

"El fiscal ha advertido a Rove de que no ha decidido si le procesará", reconoció su abogado, Robert Luskin, tras anunciarse la imputación por perjurio y obstrucción a la justicia de Lewis Libby, jefe de gabinete del vicepresidente, Richard Cheney. Fuentes legales resaltaron que Fitzgerald puede convocar incluso a otro gran jurado para explorar nuevos procesamientos, dado que el viernes concluyeron las sesiones del que aprobó la imputación de Libby.

"Todavía existe la posibilidad de que Rove tenga que enfrentarse a un procesamiento", admitió una fuente cercana al gurú político de Bush, arquitecto de sus victorias electorales y amigo personal. Varios abogados cercanos al caso explicaron, además, que Libby podría proporcionar pruebas sobre la participación de Rove u otros altos funcionarios en el caso Plame . El exjefe de gabinete de Cheney será ahora presionado por los fiscales para que coopere en la investigación.

ENCUBRIMIENTO El fiscal Fitzgerald no procesó a Libby por revelar ilegalmente el trabajo secreto como agente de la CIA de Valerie Plame. Libby fue imputado por encubrir su participación en la divulgación de la identidad de Plame, como represalia por las críticas a la guerra de Irak formuladas por su esposo, el exembajador Joseph Wilson. En esta divulgación participó Rove.

Varias fuentes identificaron a Rove como el "funcionario A" que cita el auto de procesamiento contra Libby, entre al menos siete miembros del Gobierno que estaban al tanto de que Plame trabajaba para la CIA antes de que su nombre fuera revelado públicamente por el columnista Robert Novak, el 14 de julio del 2003. Rove reconoció ante el gran jurado que habló con Novak sobre Plame, pero el fiscal Fitzgerald no clarificó el viernes por qué decidió no imputarle. Al parecer, el martes Rove aportó al fiscal nueva información que, según dos fuentes del diario The Washington Post , le ha dado "un margen de tiempo".

El procesamiento de Libby y el hecho de que Rove siga bajo la lupa de Fitzgerald suponen dos nuevos golpes para Bush, que se encuentra en su peor momento de popularidad debido a la guerra de Irak y al fiasco de la gestión durante el huracán Katrina .

SOLDADOS MUERTOS Otros tres soldados estadounidenses murieron ayer en Irak, lo que eleva a 2.009 los militares de EEUU que han perdido la vida en ese país. Pese a todo, el presidente subrayó en su alocución radiada de todos los sábados que "cumplirá su misión en Irak" como "mejor forma de honrar el sacrificio de los soldados caídos".