El Gobierno francés prepara un proyecto legislativo para prohibir el uso del burka, o velo islámico que cubre casi por completo a la mujer, en los espacios públicos, ha anunciado hoy el portavoz del Ejecutivo, Luc Chatel.

Sería una prohibición general de este tipo de velo en todos los espacios públicos y no solo en los servicios, como el transporte, los edificios gubernamentales, los hospitales o escuelas públicas, ha precisado el portavoz tras la habitual reunión del Consejo de ministros.

"La prohibición debe ser general en todos los espacios públicos, porque la dignidad de la mujer no se limita", ha subrayado Chatel, antes de precisar que esta iniciativa debe ponerse en marcha de forma que "nadie se sienta estigmatizado".

PROYECTO LEGISLATIVO

Está previsto, según Chatel, que el proyecto legislativo se remita el próximo mes de mayo al gabinete ministerial para luego pasar al Parlamento, donde será sometido a debate.

El texto que discutan los parlamentarios "no puede ser partidario" y precisamente por ello, dijo el portavoz, se consultará a los partidos políticos y "evidentemente a las autoridades morales y religiosas".

El propio presidente francés, Nicolas Sarkozy, y su primer ministro, François Fillon, han pedido al resto del gabinete ministerial que se "movilice" para sacar adelante el texto.

VALORES DE LA REPÚBLICA

Quieren hacerlo lo antes posible con el objetivo de no permitir que el fenómeno vaya más allá y llegue a afectar a los "valores de la República" francesa.

"Legislamos para el futuro", según el portavoz gubernamental, quien ha recordado que en Francia son alrededor de 2.000 las mujeres que llevan habitualmente el velo que se pretende prohibir.

ATAQUE A LA DIGNIDAD

Fue Sarkozy quien impulsó el debate contra el uso del burka en Francia y uno de los primeros en mostrarse partidario de prohibirlo por ley porque, según ha reiterado hoy mismo a los miembros de su Gobierno, es algo que representa un ataque a la dignidad de las mujeres.

No obstante, al tratarse de un proyecto legislativo, el texto debe contar también con el dictamen del Consejo de Estado de Francia, la máxima instancia administrativa del país, que el pasado marzo alertó de que un prohibición general del burka podría no ajustarse plenamente a Derecho.

IMPUGNACIÓN

Este órgano consultivo señaló entonces que la iniciativa podría ser impugnada jurídicamente aunque, al mismo tiempo, mantuvo que la obligación de mantener el rostro descubierto "en determinados momentos y lugares" es pertinente.

Esas son las conclusiones del informe que el Consejo presentó al primer ministro, François Fillon, en el que respondía a la pregunta que el Ejecutivo les había trasladado sobre cuál sería "la manera más amplia y efectiva posible" para impedir el uso del burka en Francia sin "dañar" a los ciudadanos musulmanes.