El gobernador de Australia (cargo equivalente al de jefe de Estado) y representante de la reina de Inglaterra en la isla, Peter Hollingworth, abandonó ayer temporalmente su puesto hasta que se resuelva el juicio que se sigue contra él por la presunta violación de una mujer en 1960.

La supuesta víctima, ya fallecida, dejó una carta en la que dice que Hollingworth, antiguo arzobispo de Brisbane, la violó en un campamento juvenil. El lo niega. El cargo lo asumirá el gobernador de Tasmania, Guy Green.