El Gobierno iraquí tiene previsto hacer público mañana un plan de paz dirigido a los grupos de la resistencia que accedan a abandonar las armas, que incluye amnistiar a presos no involucrados en delitos de sangre y fijar un calendario para la retirada de las tropas extranjeras, según reveló ayer el diario The Times . Los actos de violencia, entre tanto, se cobraron ayer la vida de al menos 14 personas.

El plan, que contiene un total de 28 puntos, es el fruto de varios meses de conversaciones secretas, en las que ha participado el presidente iraquí, el kurdo Jalal Talabani, el embajador de EEUU en Irak, Zalmay Jalilzad, y un total de siete grupos armados sunís, según afirma el rotativo. Talabani dijo a The Times , que, a pesar de que los rebeldes han mostrado su voluntad de negociar, aún no han dado una respuesta formal.

A cambio de renunciar a la violencia y desarmarse, el plan ofrece a los insurgentes un alto en las operaciones militares del Ejército de EEUU en las zonas controladas por los rebeldes, así como tomar medidas para acabar con las milicias y escuadrones de la muerte chiís, responsables de gran parte de la violencia sectaria que azota el país.

INDEMNIZACION Además, el Gobierno iraquí se compromete a indemnizar económicamente a los sunís que fueron expulsados de las fuerzas de seguridad del país tras la caída del régimen de Sadam Husein, en abril del 2003, y a las víctimas de atentados terroristas o acciones de las fuerzas iraquís o de la coalición. El plan va dirigido a los grupos de la resistencia legítima que luchan contra la ocupación extranjera, y no a las organizaciones terroristas, como Al Qaeda, con las que el Ejecutivo iraquí ha reiterado en numerosas ocasiones que no piensa negociar.

The Times , no obstante, señala que EEUU ha mostrado recelos sobre el alcance de la amnistía propuesta en el documento, ya que no desea ver en la calle a detenidos implicados en la muerte de sus soldados. Al margen de los acuerdos, el Ejército de EEUU puso en libertad a 500 presos de Abú Graib sin delitos de sangre.

PROTESTA DEL DICTADOR Por su parte, Sadam Husein puso fin el jueves a su breve huelga de hambre, que consistió en rechazar solo una de las tres comidas del día, según un portavoz del Ejército de EEUU. El dictador, junto al resto de inculpados que son juzgados por crímenes contra la humanidad, decidieron declararse en huelga de hambre tras el asesinato el miércoles de uno de los abogados de la defensa del exmandatario, el tercero que muere tiroteado desde que arrancó el juicio, en octubre.