Una nueva marea humana de decenas de miles de personas convocada por Hizbulá y el resto de la oposición prosiria se dio ayer cita en Beirut para exigir la dimisión del Gobierno antisirio y prooccidental de Fuad Siniora. Es la segunda manifestación en 10 días y se produce en el contexto de la protesta que los partidos opositores han organizado en la capital libanesa, bloqueándola y causando daños económicos. El líder chií Naim Kassem reafirmó que las movilizaciones continuarán "meses" hasta que caiga de Gobierno de Siniora.

El general Michel Aún --líder cristiano aliado de Hizbulá-- dio un ultimátum "de unos pocos días" a Siniora para aceptar un Gobierno de unidad nacional o afrontar la formación por parte de la oposición de un Gobierno paralelo. Siniora teme que la protesta origine una ola de violencia y reiteró que la oposición intenta dar un golpe de Estado auspiciada por Siria e Irán.