Al inicio de la segunda semana de la investigación sobre la muerte del científico David Kelly, un miembro del Gobierno de Tony Blair teme que este escándalo le cueste el cargo. Es el caso del ministro de Defensa, Geoff Hoon, quien reconoció ante algunos amigos que la muerte del experto en armas ha destrozado su carrera política, según publicó ayer el diario ´The Sunday Telegraph´.

Hoon, al que la semana pasada se le acusó durante la investigación de haber forzado al experto a declarar públicamente en la Comisión de Asuntos Exteriores, comentó que él será el miembro del Gobierno que cargará con la responsabilidad del caso.

Otra figura que está en el ojo del huracán, Alister Campbell, el jefe de Comunicación del Gobierno, declarará mañana ante el juez James Hutton para explicar su responsabilidad en la publicación del nombre de Kelly. Campbell, además, deberá aclarar su papel en la presunta manipulación del dosier que exageraba la amenaza del armamento iraquí.

Durante la investigación de la semana pasada se escuchó un conversación en la que Kelly acusaba a Campbell de manipular el dosier para hacerlo más atractivo.