La detención en Irán de Clotilde Reiss, una estudiante francesa de 23 años acusada de espionaje, ha desencadenado un conflicto diplomático de alto voltaje entre París y Teherán. El presidente Nicolas Sarkozy exigió ayer la liberación de la joven "en un plazo muy breve", al mismo tiempo que tachaba de "fantasiosas" las imputaciones contra la estudiante y denunciaba los "métodos" del régimen ultraconservador de Mahmud Ahmadineyad.

Reiss está en prisión desde hace una semana. Fue retenida por la policía iraní en el aeropuerto de Teherán, justo antes de regresar a su país tras una estancia de cinco meses iniciada con una beca de estudios. Su delito consiste en haber enviado fotos a través de su teléfono móvil, según explicó ayer el ministro francés de Exteriores, Bernard Kouchner. El jefe de la diplomacia francesa calificó de "absurda" la acusación de espionaje de las autoridades de Teherán. "Clotilde es inocente y debe ser liberada", reiteró.

Diplomada en el 2008 por el Instituto de Estudios Políticos de Lille (norte de Francia), Reiss cursó un máster en política comparada y se especializó en el país persa. Su tesis de fin de carrera llevaba por título: Sistema educativo en Irán, la revolución islámica en la escuela , un estudio de los manuales de instrucción social en primaria desde la revolución islámica hasta hoy.

Según el ministerio de Exteriores, Francia ha pedido la ayuda y solidaridad de los demás países europeos.