Todas las encuestas y predicciones políticas apuntan a que el Partido Democrático (PD), liderado por su presidente, Yukio Hatoyama, no solo vencerá hoy en las elecciones generales de la Cámara baja, sino que dará un severo rapapolvo al oficialista Partido Liberal Democrático (PLD) del primer ministro Taro Aso.

De confirmarse, se trataría de una victoria histórica, puesto que el Gobierno en ejercicio lleva más de medio siglo ejerciendo el poder político. Lo más seguro es que el PD obtenga la mayoría absoluta, haciéndose con más de dos tercios de los 480 escaños de la Cámara baja.

Ni siquiera la sorprendente noticia del crecimiento del PIB japonés en una tasa anualizada del 3,7% durante el segundo trimestre dada a conocer a principios de semana ha conseguido cambiar la intención de voto del electorado nipón.

Los últimos sondeos muestran que los demócratas ganarán holgadamente incluso en el Japón rural, que había sido hasta hace poco el bastión impenetrable del oficialismo. La preferencia del electorado por el PD es más un voto de castigo al PLD que una sopesada apuesta por los demócratas. Según una modificación de 1994 a la ley electoral, 300 escaños se adjudican con un sistema de circunscripciones con un único asiento y los restantes 180 se reparten proporcionalmente en listas de partidos.

DESAJUSTE DEL SISTEMA El profesor de la cátedra de Políticas Públicas de la Escuela de Gobierno de la Universidad de Kioto, Kengo Akizuki, asegura que dicha modificación es la causa principal del desgaste del oficialismo. "El PLD no ha sabido ajustarse al sistema de asiento único y ha debido aliarse a lo largo de estos diez últimos años con otros partidos, como el Nuevo Komeito. Sus facciones y sedes provinciales han perdido fuerza", indica. Los agricultores japoneses se quejan de que las ayudas económicas y financieras, las cuales eran la base del clientelismo político del PLD, ya no son lo que eran y que los tiempos se han vuelto difíciles.

PAVOR Además, sienten pavor porque los liberales han dado luz verde a la suscripción de una larga serie de tratados de libre comercio produciendo una caída de los precios en algunos productos agropecuarios, especialmente en cárnicos y fruticultura. "En cierto sentido, el electorado rural se siente traicionado por el PLD. Los exprimeros ministros Yasuhiro Nakasone y Junichiro Koizumi dieron un giro político e intentaron conquistar el voto urbano y suburbano, sin que su estrategia consiguiera un éxito rotundo, con lo cual mellaron su base electoral histórica", señala Akizuki.

Durante el tercer período de la Administración de Koizumi (2005-2006), el Gobierno se hizo con el voto urbano y consiguió privatizar la empresa de Correos, la cual proveía servicios indispensables de mensajería, banca y seguros al Japón rural, a la vez que constituía el motor de la acción partidista del PLD en las zonas más apartadas de los centros urbanos.

Otra de las razones que auguran el triunfo de los demócratas es el aumento del desempleo. La tasa de paro continúa en el máximo alcanzado en los últimos seis años, un 5,4%. Además, los salarios han decrecido y el sistema de pensiones está en grave peligro de quiebra.