Japón pone fin a su presencia militar en Irak. El primer ministro japonés, Junichiro Koizumi, anunció ayer la salida del país árabe de los 600 soldados japoneses desplegados en la provincia de Muthana, en el sur del país, con lo que serán 17 los países que se han marchado o han anunciado su retirada. Al Qaeda en Irak, por su parte, se atribuyó ayer el asesinato de los dos soldados de EEUU capturados el viernes en una emboscada. Sus cuerpos aparecieron con impactos de bala y signos de tortura cerca de Yusufiya, al sur de Bagdad.

Para el contigente militar multinacional, encabezado por el Ejército de EEUU, la retirada de las tropas japonesas no supone una perdida importante desde el punto de vista militar, pero sí un revés político. Desde que llegaron a Irak, en febrero del 2004, las tropas japonesas han desempeñado labores humanitarias, pero no de combate, en Samawah, capital de la provincia de Muthana.

CIUDADANIA EN CONTRA El Gobierno de Tokio da así respuesta a la opinión pública de su país, en su mayoría contraria a la presencia de sus soldados en Irak. Además, el primer ministro iraquí, el chií Nuri al Maliki, anunció el lunes que la seguridad de la provincia de Muthana pasará en julio a manos del Ejército iraquí. Actualmente, además de los soldados japoneses, en la región hay desplegadas tropas británicas y australianas. El repliegue de las tropas se hará gradualmente y acabará en agosto.

Los cuerpos de los dos soldados estadounidenses asesinados aparecieron a primera hora de la mañana en Jarf as Sahr, cerca de Yusufiya. "Tenemos buenas noticias para la nación islámica. Hemos cumplido el veredicto de Alá con la ejecución de dos cruzados capturados", rezaba un comunicado colgado en internet y que lleva la firma del Consejo Consultivo de los Muyahidines, formado por ocho grupos terroristas que operan en Irak.

Por otro lado, el Ejército estadounidense dijo haber abatido a 15 rebeldes en un ataque aéreo contra la localidad de Bushahin, cerca de Baquba, donde el pasado 7 de junio murió el terrorista jordano Abú Musab al Zarqaui. Vecinos del lugar, sin embargo, aseguraron que en el ataque murieron 13 civiles, entre ellos, un niño de 12 años, según informó la agencia Associated Press.

En Bagdad, la explosión de dos coches bomba en sendos mercados acabaron con la vida de al menos cinco civiles.