Las autoridades japonesas sobrevaloraron los riesgos de un tsunami tras el terremoto de Chile y ayer pidieron disculpas por una alerta que solo acató una minoría. La alerta de un "gran tsunami", emitida por primera vez en 15 años por la Agencia Meteorológica de Japón, dejó autopistas desiertas, cerró aeropuertos y 58 líneas ferroviarias en la costa del Pacífico.

665.000 hogares recibieron orden o recomendación de evacuación, más de la mitad en las provincias de Aomori, Iwate y Miyagi, al noroeste de Tokio. Pero, según la televisión estatal NHK, solo un 6% de la población acudió a los centros habilitados como refugios.