El candidato demócrata a la Casa Blanca, John Kerry, elevó ayer el tono y la agresividad de sus acusaciones contra el presidente, George Bush, y el vicepresidente, Dick Cheney, y arremetió contra el talón de Aquiles del tándem republicano, la invasión de Irak. "Está claro que han gestionado mal todos los aspectos de la guerra en Irak", indicó, antes de denunciar frontalmente el favoritismo del que se ha beneficiado Halliburton, la empresa que dirigió Cheney y que se ha embolsado millones de dólares en contratos para la reconstrucción.

Kerry se lanzó contra el vicepresidente republicano, al que acusó de haber "continuado recibiendo dinero de su antigua empresa", a pesar de que Cheney siempre lo ha negado. "Halliburton, se ha beneficiado del lío de Irak a expensas de las tropas y los contribuyentes de EEUU", clamó Kerry, resaltando cómo la compañía "se ha volcado en exagerar masivamente los precios de los contratos que ha obtenido a dedo".

El borrador del informe sobre el arsenal de Sadam Husein antes de la invasión, que ayer reveló The New York Times , le dará a Kerry más metralla. En él, el jefe de inspectores de armas de EEUU admite que no se han hallado armas de destrucción masiva.