Julian Assange obtuvo ayer la libertad bajo fianza, pero continúa en la prisión londinense de Wandsworth. La fiscalía, en nombre de las autoridades suecas, decidió apelar contra la decisión del juez Howard Riddle de liberar al fundador de Wikileaks, a la espera de su proceso de extradición a Suecia. El recurso será examinado en 48 horas en el Tribunal Superior de Londres. Hasta entonces, Assange seguirá en la cárcel. El proceso de extradición ha sido fijado para el próximo 11 de enero.

Ayer, Suecia se negó de nuevo a presentar detalles de las alegaciones contra Assange. El detenido es reclamado en el país nórdico para interrogarle sobre cuatro supuestos delitos sexuales contra dos mujeres. Assange niega los cargos y denuncia lo que cree una maquinación política. En la segunda cita en los tribunales, el equipo de la defensa se reforzó con figuras como Geoffry Robertson, reputado abogado australiano que en su día defendió a Salman Rushdie cuando las autoridades iranís lanzaron una fatua con él.

AVAL DE PERSONALIDADES Robertson explicó que una decena de personalidades avalaban la libertad condicional de Assange y respondían por él. El juez Riddle, que la pasada semana había rechazado la libertad condicional del detenido, cambió de parecer y aceptó su liberación, a cambio de una fianza de 240.000 libras (282.000 euros), de las que 200.000 debían pagarse directamente en el juzgado y en efectivo. Assange debía comprometerse además a llevar una pulsera electrónica, entregar su pasaporte a la policía, presentarse diariamente en comisaría y no salir de casa, salvo unas pocas horas. El detenido permanecerá en la granja de un amigo, el periodista Vaughan Smith, en Suffolk, condado en el este de Inglaterra.

DUDAS Durante la vista, Robertson también puso en duda las bases legales por las que el fundador de Wikileaks ha sido detenido, ya que los cargos que se le imputan podrían no tener la misma consideración en el Reino Unido. "Dudo de que la actual categoría de violación en Suecia sea violación según las leyes de Inglaterra", afirmó el prestigioso letrado. Gemma Lindfield le respondió, en nombre de las autoridades suecas, insistiendo en que las alegaciones eran graves. "Este no es un caso sobre Wikileaks, sino sobre delitos graves contra dos mujeres".

A las puertas del Tribunal de Westminster se agolparon varios centenares de manifestantes, fotógrafos y periodistas, en una jornada caótica. A la vista acudieron varias celebridades que respaldan a Assange, entre las que se encontraban el director de cine Ken Loach, la multimillonaria Jemima Khan, la defensora de los derechos humanos Bianca Jagger y el novelista Tariq Ali. Llegada de Australia, Christine Assange pidió al mundo "que defienda a mi hijo valiente". A través de su madre, Assange emitió un comunicado denunciando a Visa, Mastercard y PayPal por suspender los pagos de Wikileaks, y acusó a las tres firmas de ser "un instrumento de la política exterior americana".