El dirigente del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), Abdulá Ocalan, llamó ayer a sus seguidores a un cese del fuego unilateral con Turquía para buscar una solución definitiva al conflicto kurdo. Los militantes del PKK mantuvieron un alto el fuego unilateral durante cinco años, después de que su líder fuera detenido en 1999, pero reanudaron sus actividades en el 2004.

El líder kurdo, que cumple cadena perpetua tras ser juzgado por traición, dijo a través de sus abogados que este gesto no debe ser visto como un "signo de debilidad", sino como la "última oportunidad" de reconciliación.

El llamamiento de Ocalan llegó poco después de que Ankara amenazara con atacar las bases de PKK, tras una serie serie de atentados atribuidos a un grupo kurdo relacionado con esta banda.