Las imágenes de Fidel Castro que llegan de Cuba, convaleciente pero vivo, han decepcionado a muchos en el exilio cubano de Estados Unidos, especialmente a quienes han hecho del intento de acabar físicamente con el líder cubano y su régimen su objetivo vital. Dos de esos hombres vuelven a ser noticia.

Uno de ellos es Luis Posada Carriles, detenido en El Paso (Tejas), que espera una deportación que, según se supo el lunes, se presenta muy complicada por la negativa de seis países a acogerle. El otro es José Antonio Llama, que en 1999 se sentó en el banquillo de los acusados en Puerto Rico en el primer juicio por un intento de asesinato de Castro, el de 1997 en la isla Margarita.

El caso de Llama ha reabierto la caja de los truenos en Miami con una demanda que implica en la trama a miembros de las organizaciones más poderosas del exilio: la Fundación Nacional Cubano Americana y el Consejo para la Libertad de Cuba.

A Posada Carriles, que tiene 78 años, lo reclaman Cuba y Venezuela, que lo acusan de haber organizado el atentado contra un avión cubano que mató a 73 personas en 1976, ataques en hoteles de la isla en 1997 y 1998, y un intento de asesinato de Castro en el 2000. EEUU, que lo detuvo en Miami el año pasado por entrar ilegalmente en el país, se niega a deportarlo a países donde cree que puede ser torturado.

En una vista en la que los abogados de Posada Carriles solicitaron al juez Norbert Garney que deje a su cliente esperar la deportación junto a su familia en Miami por motivos de salud, las autoridades explicaron que Guatemala, El Salvador, México, Costa Rica, Honduras y Canadá se han negado a acogerle. Mientras se estudian otras opciones, el Departamento de Justicia cree que Posada Carriles debe permanecer detenido. Para el fiscal del caso, Ethan Kanter, Carriles "representa un peligro para la comunidad y un riesgo para la seguridad nacional de EEUU".

DEMANDA No es así como ve a Posada Carriles José Antonio Llama, un excombatiente de Bahía de Cochinos, que fue director ejecutivo de la FNCA y fue exonerado en 1999 de cargos de conspiración para asesinar a un jefe de Estado por su intento de matar a Castro en 1997. "Posada Carriles es un patriota", aseguraba Llama este sábado en su casa de Miami, donde detalló una demanda que quiere presentar contra cinco líderes del exilio.

Llama asegura que hasta 1992 "la FNCA se dedicaba solo al cabildeo (lobi), pero no estaba llegando a ningún lado". Por eso, explica, en una convención se organizó "un grupo bélico que operaba dentro de la FNCA, pero totalmente independiente". Y aunque habla de Jorge Mas Canosa con admiración, lo implica. "Manteníamos a Jorge enterado de todo, no era ajeno a nada", dice. "El grupo bélico fue escogido por Jorge. Y cuando se formó me dijo ´yo quiero que tu estés ahí´, que lleves a cabo la primera operación y que entre todos ustedes la financien. Todos dijimos sí".

"La pasión de mi vida hubiera sido matar a Fidel Castro. Aún, y tengo 75 años, no he perdido la esperanza", concluye Llama.