El afán por convencer a la opinión pública de la necesidad de castigar a Irak ha llevado al Gobierno británico a plagiar un documento contra Sadam que incluye datos de hace 12 años. El informe sobre el supuesto programa iraquí de armas de destrucción masiva, presuntamente elaborado por los servicios secretos, consta de 19 páginas de las que al menos 10 son un refrito de varios textos académicos.

El documento fue divulgado el lunes en Londres y a él aludieron Tony Blair, en el Parlamento británico, y Colin Powell ante la ONU. En su intervención ante el Consejo de Seguridad, el pasado miércoles, el secretario de Estado estadounidense lo describió como "un buen informe".

El material de los servicios secretos está en realidad basado en tres escritos académicos. Uno de ellos fue elaborado por un estudiante de posgrado de California (EEUU), Ibrahim al Marashi, y no trata sobre la crisis actual sino sobre el rearme de Irak antes de la guerra del Golfo en 1991. El texto había sido publicado en la revista especializada Middle East Review of Internacional Affairs .

Otras secciones del informe fueron plagiadas de la revista de defensa Jane´s Intelligence Review . En un alarde de torpeza, los servicios de inteligencia británicos reprodujeron incluso algunos errores gramaticales que figuraban en los originales.

Ante el peso de la evidencia, un portavoz de Downing Street admitió ayer que había páginas copiadas sobre el régimen de Sadam, explicando que el documento estaba "basado en varias fuentes, incluido el material de los servicios secretos".

Los métodos del equipo de Blair han desatado la furia de la opinión pública y de la clase política, incluidos muchos miembros del Partido Laborista.