El primer ministro saliente de Irak, Nuri al Maliki, aseguró que ayer --el día el fin de las misiones de combate de las tropas estadounidenses en Irak--, el país es soberano e independiente y capaz de garantizar su propia seguridad.

"Iraquís, tenéis una cita con una nueva fiesta nacional en la que recuperáis la soberanía de vuestro país y dibujáis su futuro con vuestra manos. Irak hoy es soberano e independiente", dijo en un discurso dirigido a la nación.

Al Maliki subrayó la capacidad de las fuerzas iraquís para mantener la seguridad en la nueva etapa que comienza mañana. "Os tranquilizo sobre la capacidad de nuestras fuerzas para asumir la responsabilidad", dijo el primer ministro saliente, que insistió en el "papel de liderazgo que jugarán a partir de hoy los cuerpos de seguridad".

El mandatario, que lleva desde las elecciones parlamentarias del 7 de marzo buscando las alianzas políticas necesarias para conservar su puesto a la cabeza del Ejecutivo, mostró su compromiso en que no se vuelva a repetir la ola de violencia sectaria que entre 2006 y 2007 llevó al país al borde de la guerra civil. "Os prometo que la guerra sectaria no volverá y que no lo vamos a permitir", dijo.

Al Maliki, que responsabilizó al anterior régimen de Sadam Husein y a los grupos terroristas de la violencia extendida en el país en los años anteriores declaró: "Nuestras fuerzas de seguridad han conseguido en un tiempo récord, en comparación con la crueldad de los ataques terroristas, grandes victorias, así como recuperar la soberanía del país, imponer su autoridad y lograr la estabilidad".

Sus palabras contrastan con las de quienes temen que la policía y el Ejército iraquís no estén preparados para ocupar el vacío dejado por los uniformados estadounidenses. Al Maliki tachó estas críticas de rumores en los que solo creen los enemigos del país y los terroristas.