El médico Arash Hejazi, que atendió a la joven Neda Soltan cuando resultó herida de muerte en una manifestación en Teherán, decidió huir del país al ver que aparecía en las imágenes que han dado la vuelta al mundo y está en el Reino Unido. En una entrevista en el diario británico The Times, explica que los amigos le llamaban para preguntarle si era él y que se dio cuenta de que estaba en peligro. "Si me hubieran identificado, podían haberme arrestado. Podría ser uno de los cientos de desaparecidos... Cualquier cosa puede pasar en ese país", dice Hejazi, de 38 años, que teme no poder volver a Irán.

Según su relato, Neda estaba en medio de una protesta y le oyó gritar "muerte al dictador". Instantes después, tronó un disparo y vio a la joven en el suelo. "Ella inclinó la cabeza para mirar la herida, y luego se puso la mano en el pecho. Solo vi sorpresa en su rostro, después perdió el conocimiento", narra. La herida afectaba a los pulmones y a la aorta y era mortal. El médico trató de frenar la hemorragia, pero Neda "murió en menos de un minuto". Hejazi afirma que vio a un miliciano basij que gritaba "no quería matarla, quería darle en la pierna". Y que la imagen de Neda le perseguirá mucho tiempo.