Al menos 22 personas han resultado muertas y 60 heridas en la región de Galgagud, en el centro de Somalia, en los combates registrados los dos últimos días entre dos milicias islámicas, según dijeron a Efe fuentes locales. Ambos grupos enfrentados, la milicia radical de Al Shabab, ligada a Al Qaeda, y la organización relativamente moderada sufí Ahlu Sunna Wal Jamaa, señalaron que las bajas eran mucho más numerosas, pero sus cifras, generalmente exageradas, no han sido confirmadas por fuentes independientes. "Nuestras fuerzas han expulsado a Al Shabab de la zona en disputa y tenemos el pleno control del área", dijo a Efe por teléfono Osman Esse Nur, conocido como "Taardhuleed", comisario del distrito Gurigel, en la región de Galgagud, de Ahlu Sunna Wal Jamaa. El líder sufí aseguró que "hemos recogido más de 50 cuerpos que Al Shabab dejó en el campo de batalla, pero no los vamos a enterrar todavía (pese a la tradición islámica de inhumar a los muertos el mismo día de su fallecimiento), pues queremos mostrarlos a los medios de comunicación". Nur admitió que resultaron muertos en los combates seis milicianos de Ahlu Sunna, grupo, un grupo cercano al Gobierno Federal Transitorio de Mogadiscio, apoyado por la comunidad internacional. Por su parte, Al Shabab también aseguró haber conseguido la victoria en los combates por el dominio de esa zona del centro del país y afirmó que sus fuerzas habían dado muerte a 30 milicianos de Ahlu Sunna, incluido su comandante. "Hemos derrotado al enemigo de Dios, matado a 30 de ellos y avanzado en la zona", dijo a Efe Ali Mohamud Rage, el portavoz de Al Shabab, quien aseguró que en dos semanas "liberaremos a la gente del área de la milicia sufí". Al Shabab, un grupo radical islámico de corte wahabí, mantiene un encarnizado enfrentamiento con los sufíes de Ahlu Sunna, a los que considera herejes, y ha profanado muchas de las tumbas de los santones de estos últimos, lo que ha llevado a una profunda animadversión mutua. Mientras ambos grupos claman victoria, algunos residentes que han huido de las poblaciones de War Dhuumoole y Ceel God que habían podido contar hasta 22 cadáveres, la mayoría de ellos de combatientes de ambas milicias, y que otras 60 personas heridas habían sido trasladadas a centros de asistencia médica. Daud Abdi Hassan, un vecino de War Dhuumoole, dijo a Efe por teléfono que, junto con otras personas, habían podido sumar "22 muertos, 18 de ellos combatientes y el resto civiles". "La gente ha huido de las poblaciones al oír que Al Shabab se dirigía a ellas", agregó Hassan. Por su parte, el líder político de Ahlu Sunna, Abdishukri Ali Hersi, pidió a la comunidad internacional que les ayude para que su grupo pueda mantener la lucha contra Al Shabab: "Estamos luchando contra un grupo que es un peligro para África. por lo que necesitamos que la comunidad internacional nos ayude", dijo a Efe. Hersi recalcó que necesitan "ayuda médica, alimentaria y financiera para seguir la guerra contra el brazo de Al Qaeda en Somalia". Mientras tanto, en Mogadiscio, el Gobierno y el Parlamento transitorios mantienen un conflicto que ha paralizado la acción política y la toma de decisiones para seguir la guerra contra Al Shabab, en la que están sostenidos por la tropas de la Misión de la Unión Africana para Somalia (AMISOM). Muchos legisladores no quieren aprobar el gabinete de ministros designado por el nuevo primer ministro, Mohamed Abdulahi Farmajo, que ha reducido a 18 el número de carteras de las 36 que había en el anterior, lo que afecta a la influencia de los clanes en un país donde la organización social es tribal. Somalia no tiene un Gobierno efectivo desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barre, y desde entonces ha vivido una permanente guerra civil mientras su territorio está controlado por milicias islámicas, señores de la guerra tribales e incluso por grupos de bandidos armados.