Un cristiano ha muerto y otros cinco han resultado heridos como consecuencia de los disparos de un policía en un tren que viajaba desde Assiut, en el sur de Egipto, a El Cairo, según ha informado a Efe una fuente policial. El agente disparó contra los pasajeros tras subir al tren en la estación de Samalut, a unos 250 kilómetros al sur de la capital.

Marian Salah, doctora del hospital al que han sido trasladados los heridos, ha cifrado en cinco el número de personas atendidas y ha señalado que una sexta persona ha fallecido. Sin embargo, una fuente de seguridad había rebajado en un primer momento a tres la cifra de heridos.

Las autoridades no han confirmado que exista una motivación religiosa en este ataque, que llega menos de dos semanas después de un atentado contra una iglesia en el que murieron 23 personas.

El último incidente coincide, además, con la llamada a consultas por parte del Gobierno egipcio de su embajador ante el Vaticano, después de que el Papa Benedicto XVI haya pedido a los gobiernos de los países predominantemente musulmanes que hagan más esfuerzos para proteger a las minorías cristianas que residen en ellos.