Al menos nueve personas murieron y 18 resultaron heridas hoy tras un enfrentamiento entre fuerzas gubernamentales y de la Unión Africana (UA) con rebeldes radicales islamistas que bombardearon las inmediaciones del palacio presidencial de Mogadischo durante una celebración.

Los hechos ocurrieron cuando milicianos de Al Shabab, grupo ligado a Al Qaeda que controla gran parte del territorio somalí, atacaron con morteros las cercanías del palacio presidencial en el momento en que el presidente del Gobierno federal transitorio, Sharif Sheikh Ahmed, pronunciaba un discurso con motivo del 50° aniversario de las Fuerzas Armadas de Somalia. Al mismo tiempo, los rebeldes también bombardearon el principal campamento de la Misión de la Unión Africana en Somalia (AMISOM), que respalda al Gobierno transitorio. El Ejecutivo respondió al ataque con bombardeos contra el mercado de Bakara, el mayor de la ciudad, y el barrio de Hawlwadag, controlados ambos por los radicales.

En su discurso, Sheikh Ahmed había pedido a las Fuerzas Armadas somalís que estén preparadas para luchar contra Al Shabab y Hezb al Islam, grupos que pretenden convertir el país y el este de África en un estado islámico radical de corte wahabí.

En la actualidad, Somalia vive la mayor crisis humanitaria de su historia, agravada por la prohibición de Al Shabab de actuar a las agencias y organizaciones humanitarias internacionales, que suministran ayuda alimentaria y médica a millones de somalís. El país no cuenta con un Gobierno efectivo desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Siad Barre y, desde entonces, vive una constante guerra civil en la que señores de la guerra tribales, grupos integristas islámicos y algunos bandidos se disputan el territorio.