Los mexicanos acudieron ayer a las urnas para escoger al próximo presidente del país, un nuevo Parlamento y cuatro gobernadores, en unos comicios que planteaban la disyuntiva entre el cambio y la continuidad. El candidato de la izquierda, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), llegó con ventaja en los sondeos, pero el oficialista Felipe Calderón se mostraba seguro de la victoria. Por la noche, al amanecer de hoy en España, todos esperaban frente al televisor el nombre del futuro mandatario y confiaban en que, tras la virulenta campaña y ante el complejo panorama político, el gobernante tenga capacidad negociadora.

El candidato de la derecha fue el que acudió a votar con aire más triunfalista, los brazos en alto y rodeado por un nutrido grupo de personas que gritaban la consigna "¡Felipe, presidente!" Calderón dijo que era "un gran día para México", mientras que el presidente, Vicente Fox, resaltó que, en medio de "una verdadera fiesta cívica", las cosas iban "requetequebién".

PARCO AMLO El exalcalde López Obrador fue el primero y más parco a la hora de depositar las papeletas en las urnas, si bien su sonrisa mostraba la satisfacción del corredor de fondo que ha llegado a la meta. Para la foto, AMLO se limitó a alzar el pulgar marcado con la tinta indeleble. "Ya cumplimos, ahora nos queda esperar", dijo.

En cambio, Calderón posó varias veces y estuvo largo rato con la mano en alto al introducir el voto en la urna. El candidato conservador habló a la concurrencia como si fuera en ese momento presidente electo y anunció que "México va a asumir el liderazgo en el mundo y en América Latina". La televisión mexicana hizo una inédita cobertura de este episodio.

El Instituto Federal Electoral (IFE) esperaba una afluencia del 60%, equivalente a más de 42 millones de votantes. La jornada transcurrió con tranquilidad, incluso en las zonas en conflicto. Algunos observadores, como el español Toni Travería, director de la Casa América y observador de la ONU, se mostró sorprendido por los problemas detectados en los colegios del centro de la capital. "En todos hubo retrasos, desde un presidente que se durmió y tenía la llave, hasta el que hubo que trasladar porque el palacio colonial previsto está en obras", comentó Travería.