En un histórico gesto para apuntalar la mejora de las relaciones entre Moscú y Varsovia, el Gobierno ruso autorizó ayer la difusión de documentos relacionados con la ejecución sumaria en Katyn en 1940 de 22.000 oficiales polacos por el NKVD soviético, precursora de la KGB. "Dejemos que la gente los vea, dejemos saber quién tomó la decisión de matar a los oficiales polacos", declaró el presidente ruso, Dmitri Medvédev".

"Está todo en los documentos; todas las firmas están allí, sus caras son conocidas", dijo el jefe del Estado ruso, quien, a su vez, calificó la publicación de los archivos de "deber". La URSS ya reconoció en 1990 su responsabilidad, después de décadas de culpar a la Alemania nazi de los hechos. Pero, como subrayó ayer Yan Rachinski, uno de los dirigentes del grupo de defensa de derechos humanos Memorial, la publicación de los papeles es "importante" sobre todo por su valor "simbólico".

La medida se produce en medio de una oleada de gestos de solidaridad de Rusia hacia Polonia, cuyo presidente falleció al estrellarse el avión en el que viajaba precisamente en territorio ruso.