De momento nada se sabe de Joan Badal Saera, natural de Vilanova i la Geltrú (Barcelona); su esposa, María Rojas, chilena, ni de sus hijos, Cintia, de 40 años, y Juan, de 54, según explicó a Efe una sobrina que vive en Vilanova. Lo mismo ocurre con otros españoles, como una familia canaria. El Ministerio de Exteriores sigue trabajando en la localización de la numerosa colonia española y todavía no tiene constancia oficial de ninguna víctima del seísmo, aunque la familia de un joven de Alella (Barcelona) confirmó el lunes su fallecimiento. Dos funcionarios consulares debían empezar a reunirse ayer con 1.500 españoles.