Ni bombas, ni cianuro, ni armas químicas o biológicas. En la casa de Landsown Road, al este de Londres, no había nada. La operación antiterrorista del día 2, en la que participaron 250 agentes, ha sido otro fiasco de las fuerzas de seguridad británicas, que ha avivado el descontento de la comunidad musulmana.

El viernes por la noche la policía dejó en libertad sin cargos a Abul Kahar Kalam, de 23 años, que resultó herido de un disparo en el registro, y a su hermano Abul Koyair Kalam, de 20 años. Scotland Yard emitió un comunicado dando por terminado el registro de la vivienda, que los servicios de espionaje confundieron con una factoría de armas químicas o biológicas.

El nuevo error, que pudo ser tan grave como el que costó la vida a Jean-Charles de Menezes, ha generado crispación. Un centenar de musulmanes protestaron en el barrio del incidente, exigiendo que se aclaren las circunstancias en que Abul Kahar Kalam resultó herido.