En el día de ayer, los presidentes de Estados Unidos y China hablaron de economía, derechos humanos, amenazas nucleares. Asuntos donde se busca cooperación y diálogo no siempre sin tensión. Pero por la noche, cuando Hu Jintao se convirtió en el primer mandatario chino agasajado por la Casa Blanca con una cena de Estado desde que en 1997 Jiang Zemin recibió el mismo trato de Bill Clinton. Obama y su homólogo chino quisieron poner el enfasis en sus puntos de unión.

"Es fácil enfocarse en las diferencias de cultura y perspectiva, pero no olvidemos nunca los valores que nuestros pueblos comparten --dijo Obama--. Una reverencia por la familia, la creencia de que con educación, trabajo duro y sacrificio, el futuro es lo que hagamos de él y, sobre todo, el deseo de dar a nuestros hijos una vida mejor".

Hu, que horas antes se había visto forzado a responder a las preguntas sobre sus abusos de los derechos humanos y a reconocer que China tiene aún "mucho por hacer", también pudo relajarse en la cena y hablar solo en positivo, subrayando la mejora de relaciones bilaterales desde la llegada a la Casa Blanca de su anfitrión. "En los últimos años, y en particular en los dos últimos años, las relaciones han avanzado gracias a los esfuerzos de ambas partes y confio en que con más esfuerzos la alianza de cooperación dará abundantes resultados en beneficio de nuestros pueblos y contribuirá más a la noble causa de la paz y el desarrollo mundial".

MENÚ PARA EL PRESIDENTE

225 invitados, entre políticos, empresarios, destacados chino-estadounidenses y famosos acudieron a la cena, para la que la chef de la Casa Blanca, Criseta Comerford preparó un menú con ensalada de pera con queso de cabra, langosta, solomillo y un pastel de manzana con helado de vainilla.

Entre los asistentes estaban los expresidentes Bill Clinton y Jimmy Carter, el secretario de Energía Steven Chu y la representante demócrata Judy Chu, la primera congresista chino-estadounidense, además de los presidentes de Goldman Sachs, Coca-Cola, Microsoft, Disney y General Electrical, entre otros.

Acudieron también otros famosos ciudadanos de origen chino como el actor hongkonita Jackie Chan, el músico Yo-Yo Ma y la diseñadora Vera Wang, que al final no fue la elegida por la primera dama, Michelle Obama, que escogió para su tercera cena de Estado en la Casa Blanca por un vestido del fallecido Alexander McQueen.

Todos acabaron disfrutando de una sesión de jazz en la que participaron Herbie Hancock, el trompetista Chris Botti, las cantantes Dee Dee Bridgewater y Dianne Reeves y el pianista chino Lang Lang.