El número de estadounidenses que cree, erróneamente, que el presidente Barack Obama es musulmán ha aumentado hasta alcanzar el 18%, mientras que solo un tercio, el 34%, sabe que es cristiano, según un sondeo publicado ayer y ampliamente difundido por los medios de comunicación de EEUU.

La encuesta fue llevada a cabo por el Pew Research Center entre el 21 de julio y el 5 de agosto, es decir, antes de que Obama levantara el viernes pasado una polémica al apoyar el derecho de los musulmanes a construir una mezquita cerca del recinto en Nueva York que antes albergaba las Torres Gemelas. En octubre del 2008, a poco de imponerse en las elecciones, solo el 12% de los encuestados creían que Obama era musulmán.

La religión de Obama, así como su lugar de nacimiento --a sus enemigos les gusta creer que no nació en Hawái, sino fuera de EEUU--, han sido objeto de abundante y falsa rumorología por internet desde que decidió presentarse a la presidencia, pero parece haber cobrado credibilidad últimamente, a medida que su popularidad sigue cayendo. En este sentido, la misma encuesta refleja que solo el 44% de las personas consultadas dan el aprobado al trabajo de Obama como presidente de la nación, mientras que el 41% le asigna un suspenso.

Andrew Kohut, director del Pew Center, cree que las cifras responden al hecho de que Obama "no ha convertido su religión en un asunto público, no al menos de la forma en que lo hizo durante la campaña".

La Casa Blanca dio muestras de desazón al constatar el vuelo tomado por habladurías equivocadas y malintencionadas. Niega que se trate de un problema de comunicación. Desde que es presidente, indican, Obama ha efectuado seis discursos sobre fe. Lo que no hace es ir los domingos a misa para evitar, dice, los grandes revuelos que le siguen.