Capturados. Después de ocho días de búsqueda desesperada, los británicos respiraron ayer con cierto alivio. Las fuerzas policiales tenían anoche en su poder a los cuatro presuntos miembros de la célula que llevó a cabo los atentados del día 21 en Londres. Un posible quinto hombre de ese comando también figura entre los detenidos. Dos de los tres sospechosos que quedaban en libertad fueron arrestados en el barrio londinense de Notting Hill. El tercer huido cayó en manos de la policía italiana en Roma. El cuarto terrorista había sido capturado el miércoles en Birmingham.

El acto final de la mayor operación policial en la historia del Reino Unido comenzó hacia las 10.30 de la mañana, hora española, en el famoso barrio londinense de Notting Hill. En este escenario de románticas comedias de Hollywood, se vivieron escenas más propias de otro género cinematográfico, con detonaciones, gases lacrimógenos, tiradores de elite apostados en lugares estratégicos y la rendición de los malhechores atrincherados en dos pisos diferentes.

EN CALZONCILLOS El primero en salir con las manos en alto y en calzoncillos, de un apartamento en un bloque viviendas de protección oficial en Dalgarno Gardens, fue Muktar Said Ibrahim, de 27 años, nacido en Eritrea y sospechoso de haber colocado una bomba en el autobús de Hackney. Junto a él, una segunda persona no identificada se entregaba en idéntica indumentaria. Este hombre podría ser el quinto terrorista del comando, el que dejó una bomba en unos jardines públicos.

Tras la primera intervención, la acción policial se desplazó unas calles más allá, muy cerca del lugar donde fue encontrado aquel artefacto que no llegó a estallar. En Tavistock Road, los vecinos de 350 inmuebles recibieron la orden de permanecer encerrados en sus viviendas.

TENSA NEGOCIACION Miembros de las fuerzas antiterroristas y de la policía metropolitana trataron de negociar la rendición de un segundo sospechoso, refugiado en un apartamento. El dialogo a gritos fue captado por las televisiones, que una vez más contaron con el relato de los vecinos y con las imágenes que éstos estaban captado con su móviles.

"Mohamed ¿qué problema tienes? ¿Por qué no sales? Quítate la ropa. Sal del edificio", gritaban los agentes. Pero el llamado Mohamed quería "garantías" de que no iban a disparar contra él. "Tengo miedo", reconocía. Los policías le explicaron que debía desnudarse para poder asegurarse de que no escondía explosivos. La detención se realizó sin derramamiento de sangre. Enfundado en un traje de plástico, para preservar cualquier prueba, el presunto terrorista que trató de colocar explosivos en el metro de Oval, y cuyo nombre aún no era conocido anoche, fue trasladado, como los otros dos capturados, a la comisaría de alta seguridad de Paddington Green.