La policía sueca consiguió detener ayer por la noche en las afueras de Estocolmo al presunto asesino de la ministra de Exteriores del país Anna Lindh, --que iba armado-- tras seis días de intensa búsqueda. Se trata de un individuo de 35 años, idéntico al hombre de las fotos publicadas por la policía tras ser tomadas por las cámaras de vigilancia de los grandes almacenes NK de Estocolmo, donde ocurrió el asesinato hace una semana.

La detención tuvo lugar por la noche en un restaurante de Rasunda, un barrio satélite de la capital sueca. Este presunto sospechoso relacionado con grupos ultraderechistas estaba viendo un partido de fútbol cuando fue arrestado por la policía, que horas antes emitió una orden de búsqueda y captura en su contra.

Aunque la policía no quiso informar sobre la identidad del presunto asesino, los diarios vespertinos suecos consiguieron filtrar ayer todo el historial delictivo del sospechoso. Según informaba el diario Aftonbladet , el detenido se mueve en círculos de la extrema derecha y guarda estrechas relaciones con organizaciones nazis del país. Sus contactos con los extremistas llegan al punto de ser amigo personal de varios conocidos dirigentes nazis.

MAS DE 20 CONDENAS

Sobre sus hombros pesan más de 20 condenas por delitos menores, según afirma el diario Expressen . Ninguna de estas condenas fue de larga duración, pero los delitos van desde la extorsión --pasando por el hurto, el robo con intimidación y actos de violencia física con amenazas a funcionarios públicos-- hasta el consumo de estupefacientes en menor grado. El detenido tiene problemas de alcoholismo y un alto grado de inadaptación social, y es un consumidor habitual de cocaína. Al detenido no se le conoce residencia fija, pero sí dispone de un vehículo a su nombre, un viejo Ford Sierra que no puede conducir porque no ha pagado los gastos, los impuestos ni múltiples multas de aparcamiento. Además, según el registro policial, su carnet de conducir está caducado.

Su primera condena fue en 1987 por un acto de violencia en un juzgado. Sus problemas sociales provienen de los años escolares y le han comportado dos condenas de destierro, con la prohibición expresa de acercarse a su propio padre, al que amenazó y pegó en varias ocasiones. Los psicólogos lo describieron, según la prensa, como un egocentrista con problemas de personalidad y un tinte narcisista.

Durante bastante tiempo ha vivido en apartamentos ilegales. El presunto asesino de la ministra declaró que su profesión es la de técnico de ordenadores, que aprendió de forma autodidacta. No se sabe de ninguna empresa en la que haya trabajado, pero sí ha hecho páginas web. Según el supuesto historial del detenido, éste dijo haber vivido un tiempo en Suiza, un detalle por el que algunos le identifican como miembro de una familia de clase alta con negocios en Suiza.