La política exterior de Estados Unidos no cambiará en el segundo mandato de George Bush. El secretario de estado norteamericano, Colin Powell, advirtió ayer, en una entrevista concedida al diario británico Financial Times, de que el presidente recién reelegido, continuará con su estrategia internacional "combativa".

"El presidente no va a amoldarse o a echarse atrás", afirmó Powell. El segundo mandato será "una continuación de sus principios, sus políticas, sus creencias", añadió, y subrayó que el presidente continuará con una política exterior favorable a los intereses nacionales de Estados Unidos. En sus primeras declaraciones tras el 2-N, el jefe de la diplomacia de EEUU invitó a los aliados europeos a superar los desacuerdos sobre Irak y aseguró que Bush está "ansioso por tenderles los brazos".

Powell mencionó a España, país con el que, según dijo, Estados Unidos está encontrando áreas de cooperación. También son superables, en su opinión, las diferencias con Francia, Alemania y Rusia, que se opusieron a la que calificó como la "controvertida" invasión de Irak.

"Donde ha habido desacuerdos, trataremos ahora de superarlos", afirmó en otro momento.

ELOGIOS A LULA A pesar de la declaración de buenas intenciones y de insistir en que la política de Estados Unidos sería "multilateral por naturaleza", Powell, al que quizá le queden pocos días en el cargo como secretario de Estado, no mencionó ninguna de las iniciativas que se disponen a emplear para restablecer las buenas relaciones con los socios europeos.

El secretario de Estado consideró una prioridad para la política exterior de EEUU la resolución del conflicto palestino-israelí. La enfermad de Yasir Arafat ofrecería la oportunidad de iniciar una nueva etapa y relanzar el proceso de paz. "Estamos dispuestos a aprovechar esa oportunidad de manera combativa", señaló Powell, sin ofrecer más detalles tampoco en este caso, sobre la forma en que Estados Unidos planea involucrarse en el proceso de pacificación.

Powell viajó ayer a México, donde, sorprendentemente, resaltó la labor del presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, izquierdista. "Ha estado actuando con bastante responsabilidad con respecto a las políticas económica y fiscal", afirmó.

El plan para reavivar el proceso de paz en Oriente Próximo es uno de los asuntos más destacados en la agenda del primer ministro británico, que viaja mañana a Washington para reunirse con George Bush. Blair espera, según un portavoz, "una señal clara" de compromiso.