Waled Mohammed Bin Attash, detenido en Guantánamo por terrorismo, se responsabilizó del ataque contra el buque de guerra "USS Cole" y de participar en los atentados a las embajadas de EEUU en Kenia y Tanzania, informó hoy el Pentágono.

La confesión se produjo en una audiencia realizada en esa base naval estadounidense situada en el sudeste de Cuba, a la que no se permitió el acceso a la prensa o al público, y de la cual el Departamento de Defensa de EEUU divulgó hoy una transcripción.

Preguntado sobre el atentado contra el "USS Cole" en Yemen, en el que el 12 de octubre de 2000 murieron 17 soldados y 37 resultaron heridos, Bin Attash declaró haber participado en la compra de los explosivos. "Ideé el plan para la operación un año y medio antes de que se realizara", dijo Bin Attash en la audiencia ante una junta militar, el pasado día 12, según el documento divulgado hoy.

El presunto miembro de la red terrorista Al Qaeda dijo que él compró el bote que se cargó con explosivos y que agentes suicidas hicieron estallar contra el casco del "USS Cole", y también reclutó a los hombres que participaron en el ataque. De acuerdo con el documento publicado por el Pentágono, el sospechoso dijo también que participó en el complot para atentar en 1998 contra las embajadas de los Estados Unidos en Kenia y Tanzania, en las que murieron 213 personas, incluidos 12 estadounidenses. En esa tragedia resultaron heridas otras 4.500 personas.

"Fui el vínculo entre Osama bin Laden y su lugarteniente Abu Hafs al-Masri y el jefe de la célula en Nairobi", confesó Bin Attash. En una audiencia similar, el paquistaní Khalid Sheikh Mohammed, el ex "número tres" de Al Qaeda, confesó haber organizado los atentados del 11 de septiembre de 2001, que causaron la muerte de unas 3.000 personas en Estados Unidos. Según la transcripción de una audiencia en Guantánamo, divulgada el jueves pasado, Mohammed admitió su responsabilidad en el 11-S y otra veintena de atentados.