El futuro de Guantánamo empezó a ponerse a prueba ayer en Nueva York. A primera hora de la madrugada aterrizó, procedente de la prisión en Cuba, Ahmed Ghailani, el primero de los reos de la base que va a ser procesado en suelo estadounidense por el sistema de justicia civil. Y aunque su caso presenta menos complicaciones que el de muchos otros detenidos en el controvertido centro de detención, puede sentar un precedente para desarrollar el plan del presidente, Barack Obama, para clausurar el lugar pese a la resistencia del Congreso.

Ghailani, nacido en Tanzania hace 35 o 39 años, está acusado de haber participado en los atentados contra las embajadas estadounidenses en Kenia y Tanzania en 1998, en los que fallecieron 224 personas, entre ellos, 12 estadounidenses. Fue arrestado en Pakistán en el 2004.