Le llaman Alvarito, como si esa manera familiar de nombrarlo le igualara a los demás. Pero es el hombre más rico de Ecuador. Quinto de los seis hijos que tuvo "el rey de la banana" Luis Noboa, el candidato del PRIAN se quedó con buena parte de la herencia paterna en 1994. La disputa de esos bienes en tribunales ecuatorianos y de EEUU fue un culebrón nacional. Y lo ganó Alvarito. Parte de esa fortuna --que algunos estiman en unos 1.000 millones de dólares (760 millones de euros)-- la dedicó a una carrera política que en principio fue objeto de mofa. En 1998 se lanzó a la presidencia anunciando la buena nueva neoliberal, y luego dijo que le "robaron" las elecciones. Volvió a perder en el 2002. Ahora, a los 56 años, tras regalar ordenadores y prometer 300.000 viviendas a los pobres, este abogado casado en segundas nupcias con Anabella Azínsiente busca su gran revancha.