Nadie quiere proclamar en el campo Animal House que la guerra ha terminado. Cada día, los 128 soldados y oficiales norteamericanos de este cuartel en los alrededores de Balad, a medio camino entre Tikrit y Bagdad, en el corazón del llamado triángulo suní, afrontan ataques con mortero y con lanzagranadas de la resistencia iraquí.

Rodeados de una población "no amistosa", los soldados de la Cuarta División de Infantería de EEUU patrullan día y noche con sus blindados Bradley y sus tanques Abrham en busca de armas y explosivos escondidos en los arcenes de la carretera. Además se enfrentan, casi a diario, con los leales a Sadam Husein.

Los impactos de bala en los muros y los vehículos Humvee dañados por lanzagranadas sitúan a Camp Animal House en la primera línea del frente de esta segunda fase de la guerra. "Ya no tenemos a un Ejército enfrente, ahora hemos de enfrentarnos a una guerra de guerrillas", dice el sargento de primera Jeff Froelich.

AHORA ES MAS DURO

El oficial califica esta nueva fase de la guerra en Irak de más dura que la anterior, cuando las líneas de defensa de Sadam se desmoronaron ante el avance anglo-norteamericano y Bagdad cayó fácilmente. "Ahora se han reagrupado, utilizan la táctica de golpearnos y huir", explica Froelich, oficial al frente de una patrulla de Bradley. "Y lo hacen bastante bien", admite el sargento Gallegos.

Los ataques no afectan sólo a los convoyes que salen de Animal House. El viernes pasado, varios disparos con lanzagranadas desde un vehículo impactaron en el edificio principal, en una antigua sede saqueada del partido Baaz.

Nada se improvisa ni se deja al azar en Animal House. En el tejado, cuatro soldados montan guardia, día y noche, con ametralladoras de calibre 50, fusiles M-16 y visores nocturnos. A unos centenares de metros, se encuentra invisible el minarete de una mezquita suní. Según los soldados, la resistencia tiene allí un depósito de armas, tal y como han confesado los presos. "Pero no podemos hacer nada. Para atacar un lugar sagrado musulmán, necesitamos el permiso de un general de dos estrellas", explica Froelich.

CAMINO LIMPIO

Animal House está a menos de 300 metros de la autovía que une Bagdad y Tikrit. Una de las principales misiones de los soldados de este cuartel es garantizar que la ruta, principal vía de abastecimiento de los convoyes militares en dirección al reducto del depuesto régimen de Sadam, esté limpia de explosivos. La resistencia ha incrementado el grado de sofisticación de sus ataques y ahora activa explosivos al paso de los tanques y blindados con un mecanismo a distancia, y luego aprovecha la confusión para abrir fuego contra los militares.

Las bajas comienzan a hacer mella en los soldados de Balad. Ayer, tuvo lugar un servicio religioso en memoria del capitán Brian Richard Faunces, que perdió la vida electrocutado durante una misión de patrulla. El sargento David A. González conocía bien al compañero fallecido. "Debo hablar por teléfono cuanto antes con mi mujer, ella sabe que Faunces estaba destinado en la misma zona que yo", afirma González con el semblante preocupado. "Quiero volver cuanto antes a casa", es la frase que está en la boca de todos.