Rusia amenazó ayer con suministrar sus nuevos misiles tácticos a Bielorrusia, ubicada delante de las narices de la Unión Europea, si Estados Unidos prosigue de manera unilateral el despliegue de su escudo nuclear en Polonia y la República Checa. Esta sería la prometida "respuesta adecuada" del Kremlin a Washington, según un alto cargo del Ministerio de Defensa ruso. "Cualquier acción suscita una reacción. Esto también vale para el despliegue de los elementos del escudo antimisiles de Estados Unidos en la República Checa y Polonia. Siempre que tengamos las condiciones adecuadas y el consentimiento de Bielorrusia, lo veo muy probable", dijo el general Vladimir Zaritski, comandante en jefe de Artillería y Cohetes de las Fuerzas Armadas de Rusia.

Zaritski confirmó así las afirmaciones de su homólogo bielorruso, el general Mijail Puzikov, quien había anunciado que Minsk comprará cohetes rusos de corto alcance Iskander-E para modernizar sus fuerzas armadas entre el 2015 y el 2020. Los Iskander (SS-26 Stone, según la clasificación de la OTAN) son cohetes tácticos que emplean combustible sólido y que, en su modelo de exportación, tienen un alcance de unos 300 kilómetros.

El despliegue de los nuevos misiles rusos permitiría a Bielorrusia, la última dictadura en Europa del este, alcanzar parte de la República Checa y todo el territorio de Polonia, país con el que comparte frontera.

El Kremlin se ha opuesto a pies juntillas a que EEUU sitúe elementos de su escudo antimisiles en Europa. El presidente ruso, Vladimir Putin, ha reiterado que este plan amenaza la seguridad nacional. En el gesto más hostil desde el final de la guerra fría, el jefe del Kremlin decretó en julio la suspensión del Tratado sobre las Fuerzas Convencionales en Europa (FCE).