Flanqueado por Melanie y Lorenzo Delloye, los dos hijos de Ingrid Betancourt, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, anunció anoche en la televisión que Francia había fletado un avión que saldría de madrugada hacia Colombia con los hijos y los familiares de la exrehén que viven en Francia.

Sarkozy mostró su felicidad por la liberación de Betancourt y dio las gracias al presidente colombiano, Alvaro Uribe, a quien expresó "la gratitud de todo el pueblo francés". Agradeció también la actuación de España, Suiza y los presidentes de Venezuela, Ecuador y Argentina durante lo que calificó de "calvario de seis años". Después, Melanie, Lorenzo y Astrid, la hermana de Ingrid, agradecieron a Sarkozy sus gestiones.

En declaraciones a la tele colombiana, Lorenzo se dirigió a su madre: "Te amo mamá, pronto estaremos juntos", le dijo. Su padre, el diplomático francés Fabrice Delloye, exmarido de Betancourt, que había criticado la política de dureza de Uribe, calificó la operación de "absolutamente formidable". Los escasos diputados presentes en la Asamblea Nacional cuando se conoció la noticia prorrumpieron en aplausos.

El presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, habló por teléfono con Uribe, a quien felicitó por la liberación de los rehenes. Lo mismo hizo el presidente de EEUU, George Bush, que calificó a Uribe de "gran dirigente".