El Gobierno francés decidió ayer desmantelar, en un período de tres meses, la mitad de los campamentos ilegales de gitanos en este país y expulsar casi de inmediato a los rumanos y búlgaros de esta etnia que se vean involucrados en un delito. Así se decidió tras una reunión especial en el Elíseo, presidida por el presidente francés, Nicolas Sarkozy, tras los disturbios hace una semana en Saint-Aignan, en el centro de Francia, que se desencadenaron por la muerte de un gitano de 22 años por disparos de un gendarme.

El ministro del Interior, Brice Hortefeux, fue el encargado de explicar las medidas adoptadas, que ya habían sido calificadas de "declaración de guerra" por parte de las asociaciones de romanís en Francia. Hortefeux situó en 300 el número de "campamentos o squats " de carácter ilegal que ocupan actualmente las personas que, en este país, se les llama jurídicamente "gente de viaje". Sin embargo, el comunicado oficial del Elíseo, las rebaja a 200. En todo caso, el objetivo es "desmantelar la mitad de aquí a tres meses".

En el comunicado, Sarkozy juzga "inadmisible la situación de no derecho que caracteriza a las poblaciones de gitanos, venidos de Europa del Este. Han sido censados 200 campamentos ilegales, que son fuente de tráficos ilícitos, condiciones de vida profundamente indignas, explotación de niños con finalidad para la mendicidad, prostitución o delincuencia", justifica el presidente. En este sentido, Hortefeux indicó que se procedería "a la reconducción casi inmediata de los gitanos que atenten contra el orden público o cometan fraudes en dirección a Bulgaria o Rumanía". En el año 2009, el número de expulsados fue de unos 10.000, la gran mayoría rumanos. Para ello, se va a proponer que una veintena de policías rumanos y búlgaros se instalen en la región parisiense para ayudar en estas tareas. Policías franceses, por su lado, viajarían a estos dos países.

También se desplegarán diez inspectores fiscales en estos campos para verificar las propiedades de sus ocupantes. "Muchos de nuestros compatriotas se sorprenden lógicamente cuando observan la cilindrada de ciertos vehículos que arrastran las caravanas", dio como explicación el ministro. Por otro lado, Sarkozy ha pedido a su ministro de Inmigración, Eric Besson, y al secretario de Estado de Asuntos Europeos, Pierre Lellouche, que viajen próximamente a Rumanía para negociar acuerdos de cooperación entre ambos países en materia de desarrollo.

La ofensiva de Sarkozy contra la población gitana responde, según algunos analistas, al intento del presidente de retomar la iniciativa en materia de seguridad y apartar del primer plano los casos de financiación ilegal de partidos. Según la prensa, de los 400.000 gitanos censados en Francia, una ínfima minoría son rumanos, búlgaros y de países del Este. El 95% son franceses y sólo una tercera parte nómadas.

FAMILIAS SEDENTARIAS Además, los incidentes de hace una seman en Saint-Aignan, una población de menos de 5.000 habitantes en el departamento de Blois, se produjeron con familias francesas instaladas de forma sedentaria en el municipio. El gitano muerto, Luigi Duquenet, habría perpetrado un robo en un cajero automático y, en la huida junto a su hermano Miguel, ambos se habrían saltado un control de la gendarmería con intención de atropello, según la versión de los agentes.

Los gitanos no se creyeron esta versión y durante dos días realizaron ataques contra puestos de la gendarmería, incendiaron vehículos y causaron otros desperfectos. Por otra parte, ese mismo fin de semana, en Grenoble, otro joven de 27 años murió por disparos de un policía tras haber atracado un casino. Tras estos hechos, se sucedieron tres noches de disturbios en los suburbios de la ciudad.