La organización Al Qaeda en Irak se atribuyó el atentado suicida que cometió ayer una mujer contra un centro de reclutamiento de la policía iraquí en la ciudad de Tal Afar, en el noroeste del país, y que causó la muerte a 8 personas e hirió a más de 30. Es la primera vez que una mujer lleva a cabo una acción de este tipo en Irak desde la caída de Sadam Husein, lo que ha hecho saltar todas las alarmas en las fuerzas de seguridad iraquís.

Antes de accionar la carga explosiva adosada al cuerpo, la mujer se acercó a un nutrido grupo de hombres que ayer por la mañana habían acudido al centro de reclutamiento para solicitar su ingreso en las fuerzas de seguridad. Algunos testigos aseguraron que la kamikaze iba disfrazada con ropas de hombre. Otros dijeron que cubría sus cabellos con el velo islámico. En el comunicado colgado en internet, Al Qaeda afirmó que la kamikaze llevó a cabo un "ataque heroico" y que murió "defendiendo su fe y honor".

Pero pese a esta sangría diaria, el presidente de EEUU, George Bush, insistió en que se están haciendo progresos en Irak.

Tras 1.925 soldados muertos, ingentes costes económicos y una violencia que no cesa en Irak, sólo el 37% de los estadounidenses aprueban la guerra lanzada por Bush contra ese país, donde EEUU aún tiene 147.000 soldados. Pero el presidente destacó el éxito de haber acabado el domingo con Abú Azam, el número dos de Al Qaeda en Irak y responsable de los últimos atentados en Bagdad.

CONDENA POR TORTURAS Por otra parte, la soldado estadounidense Lynndie England fue condenada el martes a tres años de cárcel por los abusos cometidos en la cárcel iraquí de Abú Graib. La joven, de 22 años, ha pasado a la historia como el símbolo de las torturas a los iraquís al fotografiarse junto a los reclusos con actitud burlesca, señalando sus genitales y arrastrándoles con una cuerda al cuello.