Las cuentas electorales en el Reino Unido no cuadran. La mitad de los votantes son mujeres, pero el nuevo Parlamento solo tiene un 22% de diputadas. En términos porcentuales, la presencia de mujeres ha aumentado en un miserable 1,5%, con respecto a la Cámara anterior.

En el nuevo Gobierno de coalición, de los 23 puestos del gabinete, solo están ocupados por mujeres Interior, Medio Ambiente y la secretaría para Gales. Sayeeda Warsi, presidenta del Partido Conservador, es ministra sin cartera y la primera mujer musulmana en un gobierno británico. En el primer equipo nombrado por el laborista Gordon Brown, en el 2007, había cinco. Las elegidas ahora son todas conservadoras. Nick Clegg, tan modernizador y tan europeo, suspende estrepitosamente el examen de la igualdad. Los líderes liberales llevan años proclamando la necesidad de contar con más mujeres en puestos de responsabilidad del partido, pero nada han hecho para favorecer su presencia.

LISTAS EXCLUSIVAS Si tras los comicios del 2005 tenían ocho parlamentarias, ahora son siete. Los tories en cambio, como ya hicieran los laboristas, han favorecido las listas solo para mujeres. Las electas conservadoras ha pasado de 19 a 48.

"Es una pena. La razón por la que no hay más mujeres en puestos de importancia es simplemente por la escasez de gente, consecuencia de una falta de estímulo en el pasado", afirma una de las veteranas con escaño en los Comunes, la exministra laborista Margaret Beckett.

En el asunto de la igualdad, el nuevo Gobierno británico se queda muy atrás con respecto a otros países. Mientras en el Gabinete de Cameron menos del 20% son mujeres, en el de España esa cifra es del 53%, en Suecia del 50%, en Alemania del 38%, en Francia del 33% y en EEUU del 31%.

Cherly Goddard, de la Fawcett Society, una organización británica con raíces en los grupos sufragistas del siglo XIX, espera "que las discusiones sobre reforma política aborden cómo lograr que haya más mujeres en el Parlamento".