El Reino Unido, dispuesto hoy a terminar con las armas de destrucción masiva de Sadam Husein, financió en 1985 una planta en Irak capaz de producir armas químicas. La factoría figura en la lista elaborada por Estados Unidos de las instalaciones armamentísticas que el régimen de Bagdad debe destruir.

El diario The Guardian publicó ayer documentos que muestran cómo el Gobierno conservador de Margaret Thatcher financió, sin informar a las autoridades de Washington, la construcción de la planta, mediante garantías de crédito por valor de 21 millones de euros, concedidos a la empresa alemana Uhde Ltd. Las instalaciones de Falluja 2 se hallan en una zona desértica, próxima a la base aérea de Habanilla, a unos 80 kilómetros Bagdad.

Según The Guardian , el conservador Paul Channon, secretario de Estado de Comercio en aquella época, ocultó la existencia de la factoría al Gobierno de EEUU. La financiación siguió adelante, con el visto bueno de la Dama de Hierro . The Guardian también desveló que en los años 80, el Gobierno de Thatcher destinó dinero de los contribuyentes británicos a apoyar a Sadam.